Historia
del santuario



RESEÑA - Madre Benita Arias
Nació el 3 de abril de 1822, en La Carlota (Pcia. de Córdoba). Fue bautizada el 30 de mayo del mismo año en la Capilla local. Deseando consagrarse a Dios ingresó a los dieciocho años de edad como “Beata” en la Santa Casa de Ejercicios de Buenos Aires, donde permaneció 30 años. Allí recibió la inspiración de fundar una Congregación Religiosa para la Adoración de Jesús en la Eucaristía y el Servicio de la Iglesia y de la Sociedad; acogió en su casa a niñas huérfanas y desamparadas, brindándoles todo aquello que remediara sus necesidades básicas. Ante las dificultades que surgieron para llevar a cabo la Fundación, viajó a Roma donde el Papa Pío IX la recibió, aconsejó y animó. Luego peregrinó a Tierra Santa, a fines de 1870 y principios de 1871. El 21 de noviembre de 1876 fundó el Instituto “Siervas de Jesús Sacramentado”. La actividad apostólica de la Congregación se desarrolla en Colegios, Hospitales, Hogares para niños/as, Guarderías, Promoción Social, Parroquias, Casa de Ejercicios Espirituales, en los siguientes países: Argentina, Paraguay, Uruguay y España, siguiendo el consejo de la M. Benita: “Hagan todo el bien posible”. La Madre Benita falleció el 25 de septiembre de 1894, y sus restos mortales descansan en la cripta del Santuario Jesús Sacramentado en la ciudad de Bs.As.

En el año 2008 atento a las necesidades pastorales del barrio de Almagro y considerando la magnitud, belleza y estratégica ubicación del Templo Jesús Sacramentado el entonces Cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, solicitó a las Religiosas Siervas de Jesús, siendo Madre General Isabel Hernandez Borge, la posibilidad de nombrar dicho templo “Santuario Eucarístico” y dar al arzobispado la atención pastoral del lugar. Con generosidad y gran compromiso eclesial las hermanas autorizan dicho nombramiento. Se firma el decreto el 6 de junio de 2010 publicado en el Boletín Eclesiástico del Arzobispado N° 520 de agosto 2010.

Es el único templo de estilo románico puro existente en Buenos Aires.
Fue inaugurado el 17 de mayo de 1904, por Monseñor Mariano Antonio Espinosa. En su cripta descansan los restos de la Sierva de Dios Madre María Benita Arias.
